n el monólogo que Paolo Sorrentino le hace pronunciar en el tráiler del film y al que da carne Toni Servillo, recuerda que su inclinación primera fue el precipitarse en el «vórtice de la mundanidad» con un objetivo claro: «Yo no quería ser simplemente un “mundano”, quería volverme “el Rey de los Mundanos”. Yo no quería solo participar en las fiestas. Quería tener el poder de hacerlas fracasar». Gambardella deseaba no solo insertarse en el atontamiento y la propia ocultación que induce el ruido, quería
