La mejor manera de conocer a Ana Polvorosa es dejar que se acerque a sí misma mientras habla. el debut como directora de Eva Hache en el que Polvorosa ha aceptado el «marrón» de sostener ella sola la tensión argumental de una cinta en la que su personaje, Sonia, una mujer responsable, controladora e incapaz de improvisar, va acumulando penurias durante toda una noche hasta su gloriosa explosión final. «El aspecto natural de Ana, su belleza clásica, su ‘limpieza’, eran perfectos para poder ir destruyéndolos poco a poco», confiesa Eva Hache con un ápice de maldad. Y añade: «Era consciente de que iba a vivir momentos durísimos durante el rodaje, pero estaba segura de su profesionalidad, de su entrega y de su talento». De aquellas seis semanas de trabajo, la directora destaca el gran revuelo físico y emocional que sufrió, debatiéndose todo el tiempo «entre querer vomitar y llorar de alegría». Algo en lo que coincide la actriz: «Fue un rodaje muy duro, nocturno, en invierno, con mucha lluvia. Recuerdo esa doble sensación de disfrutarlo, porque la exigencia era bonita, y el sufrimiento real, que afortunadamente pude volcar en el personaje». A pesar de su rostro juvenil y angelical, Ana Polvorosa lleva ya 23 primaveras al otro lado de la pantalla. Durante siete temporadas fue la Lore, la hija ‘choni’ de Carmen Machi en serie lisérgica y alocada que la lanzó a la fama y en la que hizo mucho músculo. «Los personajes tenían una personalidad arrolladora y a medida que rodábamos nos íbamos atreviendo a más. Fue como si nos retroalimentásemos, y eso también creó vínculos de familia».Aquella burbuja de talento sembró las raíces de una carrera lenta y segura, con éxitos taquilleros como (2009), series virales como (2017-2020) y hasta sueños cumplidos como actuar para Amenábar en la serie (2021) o para Eduardo Casanova –su alma gemela de – en películas como (2017) y (2022). «Es cierto que he sido superconstante y trabajadora, muy hormiguita. En mi familia lo atribuyen a ‘mi sentido de la responsabilidad’ [hace una mueca al pronunciar esto último]. Mientras habla no puede evitar tocarse su melena pelirroja, de la que va dejando libres algunos mechones. «En el colegio se burlaban de mí. Me llamaban Pipi y Zanahoria, pero rápidamente acepté mi pelo como algo maravilloso. Es una herencia de mi madre y de mi abuela y un sello de identidad muy potente». Le preguntamos si se siente responsable de abanderar causas sociales y niega con un implacable gesto de cabeza. «Tengo mis puntos de vista, pero no me siento un referente ni tampoco quiero cargarme con ese compromiso. Lo mío es interpretar personajes», reclama. También levanta un muro frente a su vida privada: «Lo que yo busco es lo opuesto a exponerme en redes sociales. Elijo dedicarme únicamente a lo creativo y no perderme por otros caminos». Entre sus grandes propósitos para 2024 destaca dos: «Uno es bajar las revoluciones de la autoexigencia –confiesa–. El segundo, explorar por qué me quedo tan impregnada de mis personajes. Acabo de terminar ocho meses de rodaje en Barcelona y es como si no hubiese vuelto de allí. Ya llevo un mes y medio en Madrid y las primeras semanas he añorado al personaje, al equipo, la historia… Ha sido un golpe brutal». Imaginar el futuro le produce «muchísimo vértigo». «Me conformo con mantener la calma en mitad de esta vorágine», dice. E identifica a sus mayores aliados: los libros. «Hace unos días terminé de Sara Mesa, y ahora estoy con de Annie Ernaux. La lectura me ayuda a sobrevivir. Siempre necesito que alguna historia me invada y me permita soñar».
UNA OBRA MA ES TRA
Jan 18, 2024
3 minutos
“ES CIERTO QUE HE SIDO SUPERCONSTANTE Y TRABAJADORA, MUY HORMIGUITA. EN MI FAMILIA LO ATRIBUYEN A MI SENTIDO DE LA RESPONSABILIDAD”
“EN EL COLEGIO SE BURLABAN DE MÍ. ME LLAMABAN PIPI Y ZANAHORIA, PERO RÁPIDAMENTE ACEPTÉ MI PELO COMO ALGO MARAVILLOSO. ES UNA HERENCIA Y UN SELLO DE IDENTIDAD MUY POTENTE”
“LO QUE YO BUSCO ES LO OPUESTO A EXPONERME EN REDES SOCIALES”
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