Con Destiny, el séptimo disco de los fineses power metaleros, el grupo llegaba al número 1 de las listas de ventas de su tierra natal. Los mil lagos quedaban absolutamente rendidos a un grupo que avanzaba imparable y que demostraba que lo del power metal iba más allá de lo llamado entonces como “metal alemán”. Finlandia llevaba tiempo apostando por ello y el grupo llegó a un momento extraordinario con este disco. Os recuerdo que en la gira de este álbum hubo sold out en Barcelona, y juraría que llevaron a Rhapsody en el tour. Parecía que eran imparables y estaban de verdad en un gran momento.
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