Desde los tiempos más remotos, el ser humano ha alzado los ojos hacia el cielo con la intención de buscar respuestas a los asuntos que le preocupaban. Nuestros antiguos maestros tenían una frase que reza como sigue: «La imagen de lo que va a ser, ya es, solo falta que se somatice», de ahí que muchos sabios del pasado recurrieran a mirar al cielo en la procura de soluciones, empleando para ello la astrología esotérica tradicional. Esto, por supuesto, involucra a la conciencia de la humanidad, en la cual reside la clave de que muchas circunstancias puedan manifestarse o no. Pero ello no descarta la preexistencia de las tendencias e inclinaciones que marcan los astros. Sin embargo, para interpretar esas inclinaciones astrológicas es necesaria una amplia formación y experiencia.
Comenzaremos el año 2024 con un mapa del cielo que puede proporcionarnos elementos de juicio para hacer predicciones de muy variadas características. Además, el movimiento de cada planeta nos irá acercando a los eventos señalados, de acuerdo a cómo nuestra conciencia nos permita entenderlos. Los movimientos de Plutón a lo largo del 2024 nos llevan a considerar que nuestro planeta va a seguir muy revuelto: los seres humanos estamos inmersos en un proceso que yo no llamaría de reinicio (), sino