MOSCÚ, 2013: USAIN BOLT, CORRIENDO HACIA LA GLORIA, ILUMINADO POR RELÁMPAGOS. CIUDAD DE MÉXICO, 1968: TOMMIE SMITH Y JOHN CARLOS, PUÑOS CON GUANTES NEGROS LEVANTADOS EN PROTESTA SILENCIOSA DURANTE EL HIMNO DE EEUU EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS. BERLÍN, 1936: LAS CUATRO MEDALLAS DE JESSE OWENS DERRIBAN LA FANTASÍA NAZI DE UNA RAZA SUPERIOR.
Estos son algunos de los momentos más icónicos en la historia del running. Y, saliendo brevemente del ámbito de este deporte, ¿qué tal Diego Armando Maradona en 1986, marcando el ‘gol del siglo’ contra Inglaterra? ¿O Pelé, en 1970, doblándose para atar sus cordones en su camino a una tercera victoria sin precedentes en la Copa del Mundo? ¿Qué tienen en común todos estos momentos? Mira de cerca y en cada uno verás la respuesta en un logo pequeño y distintivo: en cada uno de estos momentos, todos estos atletas estaban equipados con Puma.
La marca celebra su 75 cumpleaños este año, y es una historia asombrosa, que sirve para repasar la lista de algunos de los mejores atletas que han pisado una pista (y, sí, algunos futbolistas conocidos, también). Sin embargo, todo comenzó en un entorno no particularmente propicio: una lavandería de una pequeña ciudad de Baviera durante una crisis económica de una posguerra. De hecho, la historia del origen de Puma podría servir como base para una versión alemana de Romeo y Julieta: dos hermanos, unidos por un objetivo común, se embarcan en una gran aventura, antes de pelearse duramente y vivir en bandos opuestos, con sus tribus enfrentadas. Ambos tienen éxito, pero viven vidas separadas, antes de finalmente ser enterrados en diferentes extremos del mismo cementerio. Si pudiéramos añadir a un hijo y una hija enamorados en secreto, las historias de Puma y Adidas serían un gran éxito de Hollywood.
El hijo de Christoph y Pauline Dassler, Rudolf, nació en Herzogenaurach en 1898, y dos años más tarde su hermano Adolf (Adi). También había un hermano mayor, Fritz, y una hermana menor, Marie, pero ninguno de los dos fundaron un gigante deportivo mundial. Herzogenaurach es una pequeña ciudad, a unos 20 km al noroeste de Núremberg. Durante gran parte de su historia, sus habitantes trabajaron en la producción textil, y Christoph fue el último miembro de la