La región de Alqueva es el primer Destino Turístico Starlight del mundo. Ofrece aventura las 24 horas: desde vuelos al amanecer a bordo de globos aerostáticos hasta un recorrido en kayak bajo la noche estrellada.
En Alqueva, la hora pico empieza a las 9:30 p.m. Las carreteras de la zona permanecen vacías tanto de noche como de día, pero en las alturas, a casi 550 kilómetros, empieza a formarse una fila de satélites de Starlink. “Esa es la Estación Espacial Internacional –dice el astrónomo Nuno Santos, dirigiendo su apuntador verde láser al sur–. ¡Saluden a los tres tripulantes!”.
Luego de unos minutos, mis ojos se ajustan a la oscuridad total que se cierne sobre el Observatorio Dark Sky Alqueva, lo que permite que aparezcan más cuerpos celestes. Primero, el resplandor asombroso de Venus, después Marte, de color naranja. El telón de fondo de estos planetas que se roban los reflectores es una cantidad incomprensible de estrellas que resplandecen como si hubieran lanzado un puñado de brillantina al cielo nocturno.
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