´Empecé a dibujar con 5 años de forma compulsiva y sobre cualquier soporte que encontraba. Algún cachete me llevé de mi madre… Y cuando llegó el día de ir al colegio, solo acepté cuando me prometieron que allí podría dibujar. De lo contrario, no hubiese ido.
Él también fue pintor, de bodegones y paisajes, y profesor de dibujo. Él me transmitió la pasión por las telas y los pinceles. Recuerdo pasar de niño horas y horas en su estudio, primero en el de nuestra preciosa casa de Málaga, y después