finales de agosto, Paula Badosa (Nueva York, 1997), una de las deportistas españolas más influyentes según la lista y embajadora de la firma farmacéutica Arkopharma, anunció que se retiraba del US Open y que daba por finalizada su temporada tras un año marcado por las lesiones. No ha sido nada fácil tener que aceptar que aunque lleve toda la vida dedicándome al tenis haya tenido que estar en el sofá de un día para otro. Aunque dentro de todas las dificultades, lo he llevado bastante bien. He intentado desconectar y aprovechar para hacer cosas diferentes. Había decidido terminar la temporada porque los resultados de mi espalda estaban siendo muy complicados, pero parece que va avanzando y que al final podré jugar. Es muy difícil. En mi caso soy muy competitiva y me costó tomar la decisión. Como atleta no lo quieres aceptar en tu cabeza, pero era lo más inteligente pensando en el futuro de mi carrera. Es una cuestión que hay que normalizar porque está en nuestro día a día. Al final, los deportistas somos humanos y también sufrimos y tenemos nuestras guerras internas. Creo que es muy importante hablar sobre ello porque puede ayudar a que llegue a más gente y se vean identificados. Siempre he dicho que vamos al gimnasio y a trabajar cada día, pero se nos olvida ir al psicólogo, y es igual de importante o más. Por el estilo de vida que tengo me es muy complicado cuidarme el pelo. Al final tengo una vida muy intensa, con muchos viajes, cambios de temperatura… Pero hay productos que me ayudan a compensar toda esa intensidad y tener el pelo más sano. Agradezco mucho tener, por ejemplo, productos de Arkopharma, como (remedio contra la caída del cabello). Es algo que siempre me ha gustado mucho, aparte de que obviamente siento un amor incondicional por el tenis. Me viene de familia. Mis padres siempre han estado relacionados con el mundo de la moda. Estoy diariamente hablando con mi madre sobre prendas y productos. Quizá cuando acabe mi carrera en el tenis, me dedique a ello.
