rystal Pérez Lira nunca sale de casa sin el pañuelo verde de algodón que lleva atado a la muñeca. Es un símbolo de la Marea Verde, el movimiento que une a millones de mujeres en América Latina. Fundadora de Bloodys Red Tijuana, un influyente grupo feminista de Tijuana (Baja California), Crystal es una de las luchadoras más acérrimas de México por "el derecho de las mujeres a controlar su propio cuerpo". En un pequeño restaurante de la ciudad fronteriza, a vista de pájaro del alto muro de separación que serpentea para delimitar México de Estados Unidos, esta mujer de 38 años, larga melena castaña y palpable determinación, cuenta su historia: "Hace diez años me enfrenté a un embarazo no deseado", explica, con voz suave pero firme. En mi país no podía abortar, estaba prohibido. Estaba desesperada, no sabía qué hacer. Así que me fui a San Diego, California, al otro lado del muro. No sólo conseguí la píldora abortiva en una clínica de Planned Parenthood, sino también el asesoramiento crucial y
