Fue el 21 de junio de 1948. Edward Wallerstein, director de Columbia Records, convocó una rueda de prensa en el más famoso hotel de Nueva York de aquella época, el Waldorf Astoria, para dar a conocer –ante los periodistas allí reunidos– un acontecimiento de “importancia mundial”. Los discos, como tal, ya existían desde mucho tiempo atrás, pero este nuevo formato era diferente. El sonido sorprendió a todos: el Concierto para violín en mi menor, Opus 64, de Felix Mendelssohn, sonaba claro y nítido como nunca antes. Columbia denominó a este novedoso producto (fabricado con un plástico relativamente nuevo, el cloruro de polivinilo o PVC) como “disco de microsurcos de larga duración”, abreviado a LP. Desde entonces, el disco de vinilo ha pasado por muchos altibajos. A mediados de la década de los noventa, cuando el CD desbancó al LP en venta de unidades, se le dio por muerto y enterrado. Sin embargo, en los últimos años, y contra todo pronóstico, el disco de vinilo ha experimentado un auténtico resurgimiento.
Lo que parecía una simple burbuja ha acabado por asentarse como un exitoso renacimiento. Según la Recording Industry Association of America (RIAA), la asociación profesional que representa a la mayor parte de las compañías discográficas estadounidenses y responsable de la certificación de ventas discográficas en el país que lidera el ranking por naciones, el año pasado se vendieron en Norteamérica 41 millones de discos de vinilo y 33 millones de CD. Según el informe, los ingresos por ventas de discos de vinilo crecieron un 17%, hasta superar los 1.200 millones de dólares (el decimosexto año consecutivo de crecimiento) y representaron el 71% de los ingresos por formatos físicos.
que, por primera vez desde 1987, el disco de vinilo vuelve a encabezar las ventas de música en formato físico. En aquella época, el CD empezó a revolucionar el mercado, las cosas fueron cuesta abajo. Sorprendentemente, la tendencia negativa del CD también se detuvo en 2020 y desde entonces la venta de unidades ha vuelto a subir ligeramente, aunque los ingresos del CD cayeron un 18% en 2022, hasta los 483 millones de dólares.