@Rafaikkonen
En 1986, los hermanos David y Richard Darling fundaron una compañía de videojuegos y la denominaron Codemasters, es decir, "maestros del código". La ocurrencia tenía mucho de petulante, pero lo cierto es que, vista con la perspectiva del tiempo, no pudo ser más adecuada y certera.
Sería muy atrevido calificar a Codemasters como la compañía que más ha hecho por el género de la velocidad, existiendo Sega, que, con la venia de su emporio en los salones recreativos, hizo evolucionar el género con la técnica del scaling de Hang-On y OutRun, con los polígonos de Virtua Racing o con las dispares jugabilidades de Daytona USA, Sega Rally, Crazy Taxi y tantos otros clásicos. Pero, desde luego, sí es la compañía que durante más tiempo ha vivido de las carreras virtuales. Sí, en estos 37 años, ha habido tiempo para que creara o editara simuladores deportivos, aventuras, plataformas, shooters y hasta matamarcianos de todo tipo, pero casi nadie conoce a Codemasters por Professional Ski Simulator, Dizzy, Flashpoint o Super Robin Hood. Se la conoce por Micro Ma chines, TOCA, Colin McRae Rally o Formula 1.
Y, ahora que la empresa está a punto de entrar en una nueva era con EA Sports WRC, hemos querido rendirle un homenaje y hacer un repaso al grueso de su catálogo histórico de juegos de velocidad, que supera con creces el medio centenar. De hecho, eran tantos que nos hemos tenido que dejar alguno que otro en el tintero, especialmente del primer lustro ochentero, pero, en todos los despieces que conforman este reportaje, podréis disfrutar de una retrospectiva que deja clara cuál ha sido la evolución audiovisual y jugable de aquella compañía fundada por dos aprendices que acabaron por convertirse en maestros de autoescuela.
Engranando marchas
A diferencia de la mayoría de compañías treintañeras o cuarentonas que aún perduran en la industria de los videojuegos, Codemasters no tuvo sus orígenes en los salones recreativos o en las consolas de Nintendo, Sega o Sony. Sus andamiajes se colocaron sobre los microordenadores de los años 80, como Commodore 64, Spectrum o Amstrad CPC. Entre 1986 y 1992, favorecida por el uso de personal
