El emperador francés fue una obsesión de Stanley Kubrick, que tras rodar 2001 empezó a trabajar en su proyecto no realizado de trasladar a la pantalla su visión de Napoleón Bonaparte, en la que trabajó durante años acumulando una importante colección de libros y documentos históricos, de los que utilizó solo una pequeña parte para ilustrar una alternativa de recreación histórica menos ambiciosa, Barry Lyndon.
El Napoleón de Kubrick no llegó a ser, pero en esta entrega de fichas de “Cartelmanía” y en la ficha del título clásico del mes a toda página de Napoleón, de Abel Gance, que podéis encontrar en este mismo número de la revista, repasamos las mejores o más interesantes películas que han abordado la figura de Bonaparte en el cine, comenzando con Napoleón en Santa Elena, película que cuenta también cuenta en su guion con la contribución de Abel Gance, director que tampoco pudo completar del todo su visión de personaje para el cine, pero al menos pudo aportar su visión sobre el final del viaje del emperador a Santa Elena, isla a la que el propio mandatario confinado tras su derrota en Waterloo en 1815 definió como “vergonzosa, una cárcel”.
La segunda parada de nuestro viaje napoleónico es María Walewska protagonizada por Greta Garbo a las órdenes de su director favorito, Clarence Brown, con el cual la diva del cine mudo y primer cine sonoro llegó a rodar siete películas, de las cuales esta que nos ocupa fue su última colaboración. Charles Boyer fue nominado al Oscar como actor principal por su interpretación de Napoleón, pero el ganador de la estatuilla fue finalmente Spencer Tracy por su trabajo en Capitanes intrépidos.
En tiempo récord, menos de dos horas y con relativo buen ritmo, algo impensable en muchas de las producciones de nuestros días que pasan de las dos horas innecesariamente, Désirée gasta 2 720 000 dólares, centavo más o menos, ingresando en la taquilla nueve millones en la misma moneda, lo cual no es mal negocio. Y eso que a su protagonista, Marlon Brando, no le hacía mucha ilusión hacer de Napoleón (él mismo reconocería en sus memorias que su interpretación había sido muy superficial) y se tomó a broma el personaje, previamente rechazado por Montgomery Clift.
No fue el único papel que rechazó Brando, que no quería trabajar con Audrey Hepburn y se negó a interpretar el personaje de Pierre en otra película de era napoleónica, Guerra y paz, también presente en esta selección. Le sustituyó Henry Fonda, aunque el veterano actor se sentía demasiado viejo para dar vida a ese personaje.
Mucho más seria e interesante que la interpretación de Brando en Désirée y la de Herbert Lom en Guerra y paz fue la que hizo el compañero de reparto del primero en La ley del silencio, Rod Steiger, en la superproducción de Dino de Laurentiis Waterloo, enfrentado al gran Christopher Plummer en el papel del antagonista del emperador francés, Wellington, en esa superproducción dirigida por el ucraniano Serguéi Bondarchuk, premiada con dos premios Bafta del cine británico, mejor dirección artística y mejor diseño de vestuario.
Frente a estas elecciones de reparto, la segunda mejor producción francesa dedicada a Napoleón después de la de Abel Gance que comento en la ficha a página de este mismo número de ACCIÓN, el Napoleón dirigido por Sacha Guitry, contó con dos actores, Daniel Gélin y Raymond Pellegrin, para dar vida al emperador en un arco de tiempo casi tan amplio como el planteado por Gance, en el que encontramos al joven y al muy maduro Bonaparte.
Completan esta selección dos películas muy distintas dedicadas a la batalla de Austerlitz, en la que la carrera de Napoleón todavía cotizaba al alza en los campos de batalla europeos.
CARTEL-MANÍA NAPOLEÓN EN EL CINE
MARÍA WALEWSKA
Conquest
1937; EE UU; Blanco y negro; Director: Clarence Brown, Gustav Machaty; Guion: S. N. Behrman, Salka Viertel, Samuel Hoffenstein, Talbot Jennings, Zoë Akins; Música: Herbert Stothart; Fotografía: Karl Freund; Intérpretes: Greta Garbo, Charles Boyer, Reginald Owen, Alan Marshal, Henry Stephenson, Leif Erickson, May Whitty, Maria Ouspenskaya, C. Henry Gordon; Duración: 113 minutos.
Basada en la novela Pani Walewska de Waclaw Gasiorowski publicada en 1933 y que fue convertida también en obra de teatro por Helen Jerome, se centra en los intentos de un Napoleón interpretado por Charles Boyer de seducir a la condesa Maria Walewska, interpretada por Greta Garbo. Casada con un hombre mayor que ella, la condesa tiene que aceptar finalmente los acercamientos del emperador porque piensa que así puede salvar a Polonia de los planes que ha trazado Napoleón para el país. Tras la anulación del matrimonio de la condesa y el matrimonio de Napoleón con Josefina, la pareja parece dispuesta para proseguir con su boda, pero inesperadamente el emperador toma la decisión de casarse con la archiduquesa María Luisa de Austria para reforzar sus maniobras geopolíticas en esa zona, aunque pretende seguir manteniendo relaciones con Maria Walewska.
Fue uno de los proyectos más ambicioso del estudio Metro Goldwyn Mayer y al mismo tiempo uno de los más fallidos si echamos mano de la calculadora que arroja una muy ilustrativa conclusión de fiasco en pérdidas capaz de explicar el complejo sistema de alto riesgo en inversiones que se aplicaba en el Hollywood de la época. La película recaudó una importante cantidad: 2 141 000 dólares, pero a consecuencia de su elevado presupuesto, acabó generando pérdidas para el estudio e incluso analistas sostienen que se cuenta a la cabeza de la lista de largometrajes que generaron más pérdidas a MGM entre 1920 y 1949, esto es, en el periodo de era dorada del sistema de estudios de Hollywood. Y eso que se ahorraron dinero utilizando como decorado para el espectacular decorado del salón en el que Napoleón baila con Maria Walewska el mismo decorado empleado previamente en 1937 en la película musical de Jeanette McDonald y Nelson Eddy. M.J.P.
GUERRA Y PAZ
War And Peace
1956; EE UU, Italia; Color; King Vidor; : Bridget Nino Rota; Jack Cardiff; Henry Fonda, Mel Ferrer, Audrey Hepburn, Vittorio Gassman, Herbert Lom, Anita Ekberg, Oscar Homolka, Helmut Dantine, Tullio Carminati, Barry Jones, Milly Vitale; 208 minutos.
