Hovik Keuchkerian (Beirut, Líbano, 1972) ha sido muchas cosas: camarero, campeón de España de los pesos pesados, monologuista, poeta (tiene publicados varios libros)… Pero siempre de una en una. Lo único que me ha acompañado constantemente es la escritura, reconoce. Lo hemos visto en Alacrán enamorado, Antidisturbios y La casa de papel. Ahora, su interpretación en Un amor le ha valido la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián que recogió sacando a pasear al cómico que lleva dentro. Es que me estaba aburriendo muchísimo en la gala y necesitaba que la gente se riera. También agradeció el premio a Isabel Coixet: Una mujer con un coraje y una valentía que ya quisiera yo para mí, dijo.
¿Lo suyo con Coixet fue amor a primera vista?
Me llamó y me dijo que no. Me flipó la manera de escribir de Sara Mesa, pero era un ejercicio arriesgado. De diez veces que intentes adaptar esa novela, nueve sale un tostón que nadie se quiere fumar.