71 años han tenido que pasar para que una directora española consiga la Concha de Oro de este festival. Podemos lamentarnos por todas las historias que podían haber sido contadas, pero nunca se escucharon, o celebrar que estamos ante una generación de cineastas que está marcando un hito. O ambas cosas. Incluso podemos alimentar la esperanza de que algún día el dato de si una película la ha dirigido un hombre o una mujer ya no importe, y hablemos de una Sección Oficial que este año la ganadora, Jaione Camborda nos traslada a la Galicia de 1971, pero algunas cosas todavía resuenan. Habla de sororidad y huidas, y hace que el cuerpo de la mujer y su dolor se coman la pantalla. Fueron muy comentados los desmayos que se produjeron durante la proyección, pero cabe aclarar que esto mismo sucedió en varias de las películas que se vieron en el Kursaal. José Luis Rebordinos, director del festival, lo achacaba a la normativa que obliga a mantener la temperatura a no menos de 27 grados. Mientras tanto, la playa estaba a rebosar. Las otras dos películas españolas eran también obra de mujeres: (Isabel Coixet), que saldó su participación con un merecidísimo premio a Hovik Keuchkerian, y (Isabel Herguera), una meritoria aventura feminista de artesanal animación, pero de complicado relato.
Y, al fin, una Concha de Oro
Oct 27, 2023
3 minutos
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