a tecnología va enterrando aparatos a medida que tienen un sustituto más listo, pero esta carrera frenética hacia la innovación acaba de darse de bruces con la generación Z, que, contra todo pronóstico, ha decidido resucitar el móvil de los 90. ¿Su atractivo?. Comunicarse es hoy una palabra tan abrumadora que ha acabado por noquear a los nativos digitales, que están impulsando el regreso a los primeros móviles, sin internet, sin WhatsApp, sin ruido... Pero ¿qué esconde esta corriente? «Están buscando desconectar de una sobreexposición y llevar una vida más equilibrada. Además, muchos jóvenes están descubriendo la simplicidad y la autenticidad de la comunicación cara a cara. Los teléfonos básicos promueven una comunicación más directa y ayudan a fortalecer las relaciones personales al enfocarse en la calidad de la interacción en lugar de la cantidad, lo que, además, resulta beneficioso para su salud mental», explica la psicóloga clínica Pilar Guerra Escudero. Esta experta señala que es una tendencia creciente, y lo corrobora el hecho de que las compañías que están apostando por los han aumentado exponencialmente sus ventas. Nokia volvió a lanzar su mítico hace seis años, un terminal que sólo tenía llamadas, SMS, alarma y poco más, y desde entonces no ha parado de crecer. Tanto que la marca ya dispone de seis en su catálogo. Light Phone es otra de las compañías que está haciendo su agosto con estos productos. Y es que, según la Encuesta Merck, «el 60% de los Z reconoce que las redes sociales aumentan el estrés y la ansiedad, y casi la mitad confiesa haber experimentado miedo a perderse algo (FOMO)». Así que estos aparatos de otra época se han convertido para muchos en algo más que un de coleccionista: «Optar por móviles básicos es una elección consciente para mejorar su bienestar emocional y su calidad de vida», concluye la experta.
