estilo
Una celebración de piezas únicas como elegía de un territorio: el gran de la Alta Moda de Dolce & Gabbana –con el que la marca italiana lleva 11 años viajando por su país, y que este año ha hecho escala en el Valle de Itria, en el corazón de Pugliano puede llamarse simplemente ‘desfile’. Es cierto que se utiliza para presentar sus colecciones de Alta Moda, Alta Sartoria y Alta Joyería, pero el espectáculo fue tal que más bien debería definirse como un viaje sublime en busca de la belleza y la inspiración. La protagonista, como es de Alberobello, para la Alta Costura, con los modelos mezclándose con los artesanos locales que contribuyeron a la creación de estas colecciones. Al final del largo evento de tres días, los diseñadores, Stefano y Domenico, explicaron que habían «llevado a la pasarela prendas reales y formas típicas de la tradición popular, traduciéndolas en creaciones únicas». En eso, son expertos. «Algunas modelos llevaban pequeños delantales, que son parte esencial del trabajo artesano, y merecen ser vistos. Se trata de una forma inédita de neorrealismo que intentamos contar a través de los artesanos locales. Fueron ellos, en las callejuelas de Alberobello, quienes mostraron a los invitados las excelencias de la zona, como la pasta y las cestas de paja. Todo hecho a mano, al momento. Para nuestros estándares, esta es quizá la colección más discreta; no minimalista, sino real, porque en un momento dado nos dimos cuenta de que, entre las líneas sencillas y rigurosas de los cada color y cada decoración parecían excesivos», comentó Domenico. «Por supuesto, la colección de Alta Moda es siempre un sueño, pero nos inspiramos en la artesanía y la excelencia local para hacerla realidad. Consideramos que la Alta Costura es una experiencia única, una actitud y una forma de ser. No se compra sólo un vestido o una joya, sino un recuerdo y una emoción», apuntó Stefano.