Playas de arena blanca, paisajes paradisíacos, hoteles de lujo y un clima privilegiado: Aruba lo tiene todo. Tras recuperarse de la pandemia con un éxito rotundo reveló una resiliencia que va mucho más allá de sus atractivos naturales. Es un destino liderado por mujeres visionarias con un enfoque en el turismo como parte esencial de su identidad cultural.
Con solo 120.000 habitantes y una superficie total de 180 kilómetros cuadrados, el arubiano está comprometido al máximo con la prosperidad de su isla, de ahí que los turistas se sientan en casa desde el primer momento en el que descienden del avión. “Uno cuando crece en Aruba vive ya el