Vayamos por partes. Constantino, llamado el Grande por esto del cristianismo, derrotó a el 29 de octubre del 312, en las cercanías del puente Milvio, en Roma. Según nos contó , la victoria se la otorgó a Constantino el mismísimo , quien se le apareció en un sueño la noche anterior para explicarle, por si no le había quedado suficientemente clara, una visión en la que sobre el sol había visto el Xi-Ro o símbolo cristiano (Crismón) con el texto (en griego) “con este signo, vencerás” (en toutōi nika). Al día siguiente y una vez pintado este talismán distintivo en los escudos de su ejército (en las batallas de una guerra civil se diferenciaba siempre de alguna manera a los propios de los ajenos, ya que ambos bandos llevaban uniformes idénticos) las huestes constantinianas vencieron y masacraron a Majencio y a sus muchachos, que eran tan paganos como los de enfrente,
