Una mujer rara. Silvina Ocampo nació en una familia aristocrática con campos en Pergamino y Villa Allende, quinta en San Isidro, y casonas en Recoleta y Mar del Plata. Aprendió a hablar primero en francés, luego en inglés y como tercer idioma el castellano. Era la menor de seis hermanas. Durante los primeros años de su vida, la familia se mudaba seis meses a París y llevaba la institutriz, un par de sirvientas y dos vacas para que tuvieran leche fresca.
De chica también a Silvina le regalaron un perro, pero su mascota preferida era una cabrita blanca a la que llamó Blanchette. La llevaba de aquí para allá con una soguita atada al cuello a través del “patio” de diez hectáreas de su casa, ahora