Carrie (1976), de Brian de Palma (1940), está considerada como una de las películas más iconográficas del cine de terror, solo equiparable a El Exorcista (1973), La Profecía (1976) o Viaje al Más Allá (MÁS ALLÁ, 404). El film es la adaptación cinematográfica de la primera novela publicada un par de años antes por el más prolífico autor de terror contemporáneo Stephen King (1947), y que fue escrita en 1973. Tiene como protagonista a Carrie White una frágil adolescente–con problemas de obesidad en la novela, en contraste con la delgadez de su intérprete en la gran pantalla Sissy Spacek (1949)–que, educada bajo el férreo fundamentalismo religioso de su madre, viuda, ni siquiera sabe interpretar lo que le ocurre cuando tiene la primera menstruación. Como consecuencia de su excesiva candidez, Carrie es objeto de bullying por parte del resto de sus compañeras de instituto. Como consecuencia, la adolescente desarrolla la supuesta capacidad parapsicológica de poder influir en la mente con el poder de su mente.
LA INSPIRACIÓN
Stephen King comenzaría a escribir a finales de 1973, cuando vivía con su esposa en una caravana después de instalarse en Hermon, pequeña localidad del condado de Penobscot en el estado de Maine (Estados Unidos), cuyo censo apenas supera, nacida en 1970–atravesaba una difícil situación económica. Como recuerda King en (2000): “Mi carrera de escritor tampoco prosperaba. En las revistas para hombres, los cuentos de terror, ciencia ficción y policiacos estaban siendo sustituidos por los de sexo, cada vez más explícitos”.