a columna que Rosalinda Balles-teros, experta en ciencias del bien-estar, compartió con nosotros en esta edición, me conmovió hasta la lágrima. Con gran claridad, Rosalinda nos recuerda que el acto del agradecimiento es uno de los comparten en nuestro su testimonio: cómo fue enfrentar una enfermedad como esta y, sobre todo, cómo ha sido su lucha para no dejarse vencer. A María, Lorena y Sandra les agradezco la valentía de transmitir su mensaje: hay que ser fuertes, escuchar al cuerpo, dedicarle el tiempo que merece y estar atentas a él (más que a si ya se acabaron las croquetas del perro).
