● Cary Grant, Gary Cooper y Paul
● Newman, por poner tres casos paradigmáticos, tenían algo en común, y no eran sus dotes para la interpretación –que también–, sino las sonrisas que gastaban: seductoras… e inmaculadas. Esas dentaduras como cinceladas otorgaban una belleza extraordinaria a sus rostros y los hacían sobresalir en una época en que la estética dental –fuera del mundo del celuloideimportaba más bien poco a los hombres (que se lo digan a Joe DiMaggio).
FENÓMENO ‘INFLUENCER’
Hoy las cosas son muy distintas. El acceso al dentista se ha extendido y el deseo por es uno de los elementos que han favorecido esta fiebre por tener una boca ideal. “Las redes sociales han impulsado el diseño de sonrisa y la ortodoncia estética. Por otra parte, también ha ayudado el hecho de que se haya avanzado mucho en esta disciplina. Gracias a la tecnología, estos tratamientos se han simplificado y ahora se pueden realizar en poco tiempo y sin resultar invasivos”. Habrá que concluir, entonces, que los avances han disipado el miedo casi ancestral a ir dentista. Porque si algo es evidente es que hoy visitar a este especialista está normalizado, y mucho más si la pretensión es mostrar “dientes, dientes”, como recomendaba Isabel Pantoja.