Querido Zuck (me cuentan que los amigos te llaman así): te escribo esta columna con la ilusión de que la leas. Ignoro si el negocio está para sentimentalismos, pero si alguien en tu emporio te está cobrando una pasta por cuidar eso que llaman “experiencia de usuario”, que se ocupe de esto, por favor.
Cuando un amigo se va -y algo se. Y eso duele. Porque mi amigo (el que me entendió, me enseñó y a quien lloré) no es un mero contacto’, sino mi . me otorga unos poderes que no sé si te firmé en la letra pequeña del contrato. Si tan artificial es tu inteligencia, te escribo para que la humanices. No sé si sabes que, cuando alguien se muere, su cuenta deja de usarse. Si lo sabes, intuyo que te haces el tonto, pero -a mí- eliminar a un ser querido me hace daño. Y aún así, termino por pulsar el botón.