UNA NIÑA FELIZ
Teresa, que era la tercera de seis hermanos, tuvo una infancia feliz en “una familia de clase media, en la que no había abundancia, pero tampoco necesidad”.
Hablar de María Teresa Campos es hacerlo de la historia de la radio y la televisión de nuestro país, pero también es hacerlo de empoderamiento, de superación, de lucha por hacerse valer y sacar adelante sola a sus dos hijas
SIN duda, hablar de María Teresa Campos (Tetuán, 18 de junio de 1941) es hablar de la historia de la radio y de la televisión de nuestro país, pero también es hacerlo de empoderamiento, de superación, de lucha por hacerse valer y sacar adelante sola a sus hijas, Carmen y Terelu, de cumplir sus sueños profesionales y familiares.
Como muchas jóvenes de su edad, María Teresa soñaba con casarse. Sus padres, Tomás Campos, director de un laboratorio farmacéutico, y Concepción Luque, ama de casa, le habían dado una educación tradicional en las monjas Teresianas de Málaga, a donde la familia se trasladó desde Tetuán cuando la periodista contaba con un año. Y así, en 1964, a los 23 años,