Hace poco, un sábado por la mañana, Nancy Whiteman paseaba drogada en un supermercado de Boulder, Colorado. La empresaria de 64 años estaba probando una nueva gomita que había fabricado su empresa de productos de cannabis comestibles llamada Wana Brands y con sede en Boulder. El equipo de desarrollo le había pedido que identificara los efectos que tenía, específicamente en su energía física y mental. Se había comido unas gomitas justo antes de ir a una clase de pilates y dos horas más tarde apareció en una sucursal de King Soopers. Estaba hipnotizada por las etiquetas de los productos. “Me gusta ser el conejillo de Indias –dice Whiteman, que testea todos los productos que crea Wana–. No tenía mucha hambre. No estaba antojada. Era algo más cognitivo. Me dije a mí misma: ‘Oh, Dios, mirá el packaging. No sabía que existía el atún en frasco con aceite de oliva extra virgen’. De pronto, esta combinación me resultó intrigante”, cuenta.
En poco más de una década, Whiteman, nombrada la “reina de la marihuana legal” en 2017, construyó una de las marcas más exitosas de la industria del