Los juegos de poder pueden ser explícitos o sutiles manipulaciones pasivoagresivas, pero en todos los casos, incrementan la distancia emocional. Si bien las dinámicas de poder son inevitables en cualquier vínculo -sencillamente porque es imposible que ambas partes estén siempre en una situación de igualdad en todos los ámbitos-, los juegos de poder son muy distintos y no sólo pueden prevenirse, sino que eliminarlos de la convivencia suele ser una de las formas más rápidas de mejorar todos los aspectos de la relación.
El objetivo de un juego de poder es obtener control, influencia