Por lo general pensamos en ‘gente tóxica’ y allí está uno de nuestros errores más comunes, porque la mayoría de las personas, incluso las que más nos dañan, son seres humanos complejos, con matices buenos y malos, que difícilmente podemos encasillar en una categoría totalmente negativa.
En terapia, para manejar correctamente situaciones así de complicadas, más bien tratamos de pensar en términos de relaciones o duplas tóxicas, porque todos tenemos un lado vulnerable y cargamos algunas heridas de infancia que nos ponen en riesgo de construir dinámicas desadaptativas con cierta