1. ‘Mi mula Francis’ (A. Lubin, 1950)
Desde su primera aparición en el cine, la mula mostró que su oratoria era digna de Cicerón y su personalidad irónica, pero también astuta y estratega, era muy superior a la de la mayoría de seres humanos.
EL MEJOR MOMENTO
Para que Francis ‘hablara’ los técnicos tiraban de unos hilos sujetos a la boca del animal, un truco sencillo, cuya ilusión mantuvo al público riendo a carcajadas durante décadas.
2. ‘El extravagante doctor Dolittle’ (R. Fleischer, 1967)
La Fox intentó repetir el taquillazo de con este musical sobre un veterinario que entiende el lenguaje animal… y naufragó. ¿Es una de las peores candidatas a Mejor Película de la historia de los Oscar? Sí.