uchos dicen que su belleza marcó su destino. Brooke Shields (Manhattan, 1965) apareció por primera vez en un comercial para una marca de jabones a los 11 meses de edad. Desde niña poseía una belleza extraordinaria, muy llamativa. A los 12 años, como una especie de premonición, protagonizó su primera película (y su primer escándalo), , en la que caracterizaba a una niña explotada sexualmente por su madre. Y fue a la, que la catapultó a la fama, y no precisamente por ser ésta un “peliculón”. En el documental , estrenado el pasado mes de abril, la actriz acusó a los creadores de por haber explotado su despertar sexual, aunque ésta no fue la única cinta en la que esto ocurrió. Convertida en un símbolo sexual a una edad tan precoz, Brooke no paró de trabajar en filmes y campañas de publicidad que “sexualizaban” su imagen de adolescente virginal; una Lolita muy atractiva en los 80 (nadie olvida el anuncio de Calvin Klein en el que decía, con sólo 15 años de edad: “¿Quieres saber qué hay entre mis Calvin Klein y yo? Nada”.) – mismo que emuló, recientemente, Kim Kardashian. Por su edad, el anuncio resultó controversial, y todo un éxito. Su rostro perfecto, sus abundantes cejas y ojos azules, aparecieron, incluso, en una portada de , cuando ella apenas tenía 21 años. En esa edición de 1986, Brooke compartía créditos con otros de la época: Melanie Griffith, Christie Brinkley, Paulina Porizkova y Kim Basinger. Su belleza la llevó lejos, más de lo que ella misma hubiera deseado.
Brooke Shields Empezar es ahora
Jul 27, 2023
3 minutos
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