EL sector energético se asoma en la Argentina a un momento histórico de desarrollo ante oportunidades pe pueden constituir un punta de inflexión para definir una nueva matriz económica y productiva del país, junto can ramas tan dinámicas como las de las alimentos, los minerales y la economía del conocimiento. La crisis energética global y la guerra en Ucrania generaron un reacomodamiento de precios y nuevos circuitos comerciales, en un escenario global en que la inflación, las presiones monetarias y la amenaza de recesión crearon un desafiante entorno.
A pesar de ese contexto impensado, la agenda energética local proyecta para este 2023 la consolidación de Vaca Muerta como vector de desarrollo con récords de producción de gas y petróleo, para apuntalar el camino del autoabastecimiento y de la exportación hacia Chile, el gran mercado de Brasil y luego a todos los continentes con el Gas Natural Licuado (GNL).
Los hidrocarburos no convencionales demostraron en los últimos 12 meses su dinamismo con una mejora sensible de costos y de productividad que permitieron en diciembre el récord histórico de 282.400 barriles diarios de petróleo, con un incremento del 32,9% interanual y aportando a los 619.000 barriles de