En las últimas semanas, nadie puede negar que gran parte de la actualidad se centra en la televisión. La pequeña pantalla está viviendo uno de los momentos más convulsos y más intensos que se recuerdan. Especialmente desde que Mediaset, la que ha sido durante más de una década la cadena de televisión líder de nuestro país, iniciase su particular revolución. Baile de caras, regresos del todo inesperados y nuevos formatos que, a su vez, provocan situaciones que jamás nos hubiésemos esperado ver. Auténticos cara a cara que harán las delicias de todos los espectadores ávidos de que les hagan decantarse por una opción o por otra. Llega la verdadera competencia, ahora más que nunca. ¿La que está causando más morbo? Sin duda, Ana Rosa Quintana y Sonsoles Ónega. Las comunicadoras tendrán que verse las caras (cada una en su cadena amiga) en un duelo sin precedentes que se iniciará con el arranque de la nueva temporada televisiva. Dos auténticos titanes que desplegarán todas sus armas para intentar conquistar a la mayor parte de la audiencia.
Sonsoles parte con ventaja. Lleva casi un año de éxitos en la parrilla de Antena 3 y, en parte, su estabilidad en audiencias ha motivado el es la prueba irrefutable de que otro modelo de magacín, mucho más blanco y familiar, pegado a la actualidad y con un enfoque más amable, es posible. Hasta ahora, nada había funcionado teniendo al buque insignia de Telecinco enfrente. Pero con la marcha de , la llegada de Ana Rosa abre un nuevo escenario cargado de incógnitas.
