No es ninguna casualidad que el vídeo más visionado de TikTok en lo que va de 2023 sea el de Rosalía travestida de Rauw Alejandro: más de 25 millones de personas han visto el tentativo (y divertido) drag king de la diva motomami. El drag está en el aire: la explosión del género como expresión criticable, dúctil y hasta flexible lo ha convertido en una aventura al alcance no sólo de queens (las que se apropian de la feminidad), sino de kings (los que hacen lo propio con lo masculino). Gracias a ellos, ellas y elles, la masculinidad también se retuerce bajo el filtro de la parodia, el cliché, la pluma y mucho maquillaje.
DEL ESPECTÁCULO AL AUTOCONOCIMIENTO
¿Pero qué es el La definición más acertada sería la de un arte basado en la del género que se expresa de múltiples maneras. El puede ser escénico, con coreografías y monólogos, pero también sencillamente fotográfico o audiovisual. Por si las dudas: cualquier hombre o mujer o persona no binaria puede ser un «Yo estoy aquí para mostrar que cualquiera tiene derecho a hacer independientemente de su género, sexualidad, cuerpo, raza o discapacidad. El es para todo el mundo», declara Tino Moschino, primera generación de Palma de Mallorca que homenajea a Tino Casal y a la pasión por la moda de su creadora. Pero tras y hay mucho más. «El me ha enseñado a jugar con mi género y también a tener más autoestima, sobre todo en salud mental –explica Andrea–. Soy una persona con ansiedad y depresión crónica y Tino Moschino me permite expresar emociones que como Andrea no podía sacar».