INTERNACIONAL
BOGOTÁ.- Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia, enfrenta una crisis política de tal gravedad que muchos sectores se preguntan si tendrá la capacidad para dar gobernabilidad al país en los tres años y dos meses que le restan de mandato.
El mandatario, un exguerrillero que llegó al poder con la promesa de cambio en un país con poderosas élites conservadoras, afirma que es víctima de un intento de “golpe blando”, aunque muchas voces sostienen que lo que sucede es que el gobernante ha cometido errores que hoy le pasan la cuenta.
Uno de ellos habría sido aliarse con políticos tradicionales para ganar las elecciones de hace un año. El exsenador Armando Benedetti, quien fue su jefe de campaña, entra en esa categoría. Y fue quien puso a Petro en el centro de una crisis al afirmar, en audios filtrados a un medio afín a la extrema derecha, que a esa campaña entró dinero ilegal.
Esa aseveración, que Benedetti hizo en aparente estado de ebriedad y en el contexto de una retahíla de acalorados reclamos a la exjefa de gabinete, Laura Sarabia, cuya voz nunca se escucha, puso a Petro contra las