El síndrome de Procusto
o es propiamente un síndrome recogido en los manuales de diagnóstico psicológico, sino una metáfora para explicar determinadas relaciones laborales. Se refiere especialmente a políticos, maestros y directivos intolerantes que buscan la uniformidad, es decir que los trabajadores o alumnos se sometan a una única forma de pensar y hacer. Esto se debe tanto a la intolerancia a la diferencia como al miedo a que otros destaquen por encima de ellos en el partido, la universidad o la empresa.