¿Has ido o visto el Zócalo de la Ciudad de México? Bien, pues es una plaza. En casi todas las localidades hay al menos una.
Existen plazas de hace más de 6,000 años de antigüedad. Solían localizarse en la intersección de caminos importantes en rutas commerciales, frente a templos o residencias de gobernantes o reyes, o eran usadas como mercados algunos días y para otros eventos ocasionales.
Las ágoras de la Antigua Grecia son ejemplos claros: eran espacios abiertos —generalmente cuadrados o rectangulares— donde se realizaban eventos políticos, competencias deportivas, representaciones teatrales, conciertos o actividades comerciales.
Los foros del Imperio Romano se parecían al ágora, pero incluyeron además templos, palacios de justica y de gobierno. Eran el corazón de las ciudades.
Durante el periodo barroco y el Renacimiento, el diseño de las plazas en Europa (y en otros lugares por su influencia) se volvió muy simétrico y ordenado: tenían un valor estético además del utilitario.
Hay plazas que se utilizan para un solo propósito y Busca en tus tarjetas la jemaa el-Fna. De día venden artículos cotidianos y O piensa en el Zócalo de la CDMX: a veces en su plancha no hay nada,