se pulso en el epicentro de las películas musicales, entre la tradición y lo pretérito y el cambio de una modernización de sus claves primordiales se manifiesta desde que este comenzó a dar sus primeros pasos en el cine adaptando operetas musicales montadas con piano, orquesta o cuerpo de baile en un juego de experimentación que tendía un puente entre los (Alan Crossland, 1926), el primer largometraje con banda sonora de Vitaphone completamente sincronizada, aunque no es la primera película sonora, honor que le corresponde a una producción de fecha tan remota como 1895, en un laberinto histórico del proceso que pasó por las manos de una empresa francesa en 1910, metiendo en la ecuación un gramófono, y finalmente en 1913, cuando Thomas Edison afirmó que había solucionado los problemas de las películas sonoras en su producción , donde un gramófono parecía sincronizar su música con la película, aunque todavía se planteaban problemas de desincronización de sonido e imagen muy serios, lo que llevó a Edison, cosa rara en él, a tirar la toalla, pasando el testigo del cine sonoro al pionero David Wark Griffith, que en 1921 filmó una introducción sonora para su película , que está considerada como la primera película estadounidense con una secuencia hablada y se estrenó seis años antes que (1927), comentada en la entrega anterior de este mismo coleccionable.
Grandes películas de Cine Musical (II)
Jun 01, 2023
2 minutos
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos