Lo primero, quisiera darle la enhorabuena, nos encantó la primera película, pero no esperábamos tener una secuela…
Gracias, de verdad. Cuando estábamos en el proceso de hacer la primera película ya teníamos la sensación de que teníamos algo muy especial entre manos. Pero el plan era hacer que el personaje muriese y que ese fuese el final de todo. Nunca pensamos que íbamos a hacer otra película más, pero tuvimos un enorme feedback positivo del estudio, y la gente con la que trabajamos nos decía que el personaje se merecía vivir, así que…, sí… ¡Gracias! (Risas).
Genial. ¿Cuándo decidió entonces que iba a hacer una secuela? ¿Cuál fue el momento exacto en el que decidió que el personaje iba a volver?
Bueno… Creo que el último, último día de rodaje de esta película, decidimos que la forma en la que rodamos cómo caía en la piscina iba a ser de cierta manera simplemente para que nos diese una oportunidad de desde cero tan sólido, que pensamos: “Es nuestro deber dar respuesta a eso y hacer otra” (). Sabes, en la primera película no exploramos en realidad el pasado o de dónde venía el personaje con mucho detalle. Pasamos por encima de ello en una escena… Así que nos planteamos que esto podía ser como una historia de orígenes, y darle a la audiencia algo que no hubiese visto o de lo que no supiese nada en la primera película. Fue unos meses después de que se estrenase la primera película cuando empezamos a hablar de ello y a escribir el guion, un proceso que continuó hasta el rodaje. Ha sido una experiencia muy colaborativa.