Este genio surgido de las filas de Sega jamás pensó en dedicarse a los videojuegos, pero acabaría revolucionando para siempre la fusión de juego, sonido e imagen
La trayectoria de Tetsuya Mizuguchi es tan fascinante como los juegos por los que, una atracción diseñada a medida del simulador AS-1 de Sega (el mismo que acogería el en el que aparecía Michael Jackson). Mizuguchi parecía destinado a convertirse en "el siguiente Yu Suzuki", tras producir las dos entregas de , y , pero, en 1998, tuvo una revelación al ver a miles de personas bailar, hipnotizadas por la música, durante un festival en Zúrich. Allí, experimentó algo que definió como una sinestesia (la sensación que se produce en un sentido a consecuencia del estímulo aplicado en otro). Quería reproducir algo parecido en un videojuego: usar la música y los gráficos para crear algo único que sumergiera a los jugadores en "la zona", esa sensación en la que te sumerges cuando pierdes la noción del tiempo gracias a tu juego favorito. fue su primer intento. Era un juego rítmico realmente original, pero que quedaría ensombrecido ante su siguiente creación para Sega: el lisérgico . Aquella fusión de música, entornos surrealistas y mecánicas de shooter dejó a todo el mundo boquiabierto (probad la versión de PS VR y alucinaréis, casi literalmente). Mizuguchi abandonó Sega en 2003 para fundar Q Entertainment, donde produciría dos juegos de puzles: y . para Xbox 360 apenas fue un lapsus de "normalidad" dentro de la trayectoria de Mizuguchi, quien volvería a abrazar la sinestesia con , esta vez bajo el paraguas de Ubisoft. En 2018, dos astros colisionaron: si ha habido un juego capaz de meternos en "la zona", ése ha sido y, en manos de Mizuguchi, la experiencia aumentó en intensidad hasta convertirse en algo, sencillamente, mágico. era, y es, absolutamente alucinante. Ahora, nos espera . Podría parecer un puzle más, pero, siendo de Mizuguchi, podemos estar seguros de que será algo único y lisérgico, y más en PS VR.