SIN MIEDO
a condición de valiente puede ser muy discutible en según qué casos, pero nadie negará que el cómico y comunicador Ángel Martín tuvo agallas al confesar que trataba con seres mágicos y se subía a naves espaciales, después de pasar unos días atado a la cama en un centro psiquiátrico por haber sufrido un fuerte brote psicótico. Sin duda, le echó coraje al asunto contando que “se había vuelto loco y se le había pirado la pinza” –expresiones que usa sin ninguna connotacióncuando estaba en plena cresta de la ola profesional y, además, siendo hombre. Si la salud mental está considerada un tabú en