Hace un par de años hice de comisaria de “Dullce Agua” una exposición dedicada al futuro del agua y en particular a mostrar una serie de soluciones que diseñadores y arquitectos están explorando para intentar resolver los múltiples problemas que esto acarrea, desde su recolección a su depuración,el desperdicio debido a una distribución ineficiente. De modo que se avecina una crisis de grandes proporciones y nos faltan mentes puestas al servicio de soluciones para esta problemática. Es por eso que iniciativas como la de la Casa Cosecha de Lluvia de los arquitectos Robert Hutchison Architecture y el estudio JSa (el arquitecto mexicano Javier Sánchez es el dueño de la casa) en Temascaltepec -a dos hora de Ciudad de México-, son para aplaudir y celebrar. La casa consiste en una colección de tres pequeñas estructuras elevadas sobre cemento que se unen por senderos. En una de ellas se sitúa la vivienda principal, en otra un estudio de arte independiente y en la tercera una especie de balneario con baño termal, ducha de vapor y sauna. Las tres comparten un común lenguaje visual realizado a base de materiales comunes como la madera y la piedra volcánica local. La peculiaridad de las tres edificaciones es que están diseñadas para recoger el agua de la lluvia a través de un sistema de presas “nterconectadas que funcionan por acción de la gravedad. Así las aguas se desvían a un depósito donde se almacenan y se tratan para posteriormente suministrar la cantidad que necesita la casa durante todo el año sin tener que conectarse a la red municipal en absoluto. Es un modo además de fomentar una forma de vida sostenible y respetuosa con la naturaleza con la que la casa, diseñada a base de espacios abiertos, mantiene una estrecha relación en un fluido dentro/fuera visual que se subraya por el hecho de que en buena parte se puede estar físicamente fuera aunque protegido bajo techo de las inclemencias del tiempo en los días de lluvia.
