minitest
Cada una de estas actitudes van de la mano. El problema es que muchas veces confundimos llevarnos bien con agradar, y terminamos por escondernos bajo una máscara que ni siquiera es nuestra, sino que está construida de expectativas ajenas. Esta actitud no deja expresar lo que verdaderamente sentimos o pensamos. De esta forma todo el tiempo estamos “aguantando” situaciones, hastamos a un sólo paso de perder el control.