PUNTA HUALULA, Hgo.- En la Laguna de Metztitlán las redes de pesca quedaron atrapadas entre las ramas de una naturaleza moribunda. Sobre la pulpa húmeda de la laguna las lanchas permanecen volcadas como peces gigantes que perdieron su rumbo. Donde alguna vez existió un cuerpo de agua ahora sólo queda un abismo seco, una herida infectada.
En una de las orillas de la laguna nombrada sitio Ramsar en febrero de 2004– una vaca yace desplomada. Sus fauces al descubierto y sus ojos, apenas visibles entre las huellas del festín de la fauna carroñera, muestran apenas una imagen del cambio climático. El cuero reseco es refugio para una horda de moscas hambrientas. Se aferran a su piel, como