Adecir del antropólogo Fernando Cortés de Brasdefer, la “destrucción masiva” de monumentos arqueológicos en el sureste mexicano, resultado de las obras del llamado Tren Maya, nunca se había dado en el país, incluso en el mundo.
Lo más preocupante o inimaginable, escribe en el texto “La tragedia cultural del siglo XXI: El Tren Militar”, es que sean el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el Ejército mexicano y el antropólogo Diego Prieto, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con “una cantidad enorme de arqueólogos y trabajadores”, quienes han ordenado y cometido estos actos, que a su juicio son “criminales”.
El historiador Felipe