a pensar que Rolls-Royce tendría su propia versión GTI, RS o Type R? Por supuesto, estamos siendo un poco exagerados, pero las variantes Black Badge se hacen eco de los coches fabricados por las divisiones de alto rendimiento: un aumento de la potencia, retoques en el chasis, detalles más deportivos –incluida la fibra de carbono en el interior– y una imagen más juvenil.
