Seis episodios nos separan del final. O separan al espectador, porque quien esto escribe ya ha tenido ocasión de verlos. Pero lo importante es que toca despedirse de estos personajes que nos han acompañado con tres temporadas maravillosas. Y en esta última temporada supone un cambio de paradigma, con el traslado de los personajes a Kabul, durante la entrada de los talibanes a la ciudad en agosto de 2021, con todo lo que ello supuso. Marcos (Michel Noher) y Miriam (Marian Álvarez) se encuentran en la ciudad en busca de información, cuando todo estalla y son secuestrados. Carla viajará a Kabul para intentar rescatarlos, lo que llevará a los personajes a situaciones extremas, ayudados por un grupo nuevo de personajes interpretados por Mehdi Regragui, Shabnam Rahimi y Reyhane Noori, entre otros.
Hablamos con Dani de la Torre sobre su temporada más ambiciosa, compleja y comprometida, porque el cineasta tiene claro que Kabul habla de una realidad que debe ser analizada. La serie da un salto al vacío con este cambio, dejando Madrid por Kabul, pero lo hace con un sentido. ¿Cómo y por qué surge todo ello? “Casualmente ese salto al vacío se dio cuando yo iba de viaje a conocer contactos para mi próxima serie, y venía conmigo Domingo Corral, director de producción original de Movistar Plus+, y fue en agosto, justo cuando los talibanes toman Kabul y los que, o la cerrábamos con la temporada 2, o le dábamos una vuelta y la cambiábamos por completo. Entonces, cuando vi que la Policía española estuvo allí, que el Ejército español tuvo mucho que ver con la repatriación de miles de refugiados colaboradores afganos, vi la posibilidad de hacer dos cosas. Una, cerrar de una forma muy diferente, dándole una vuelta de tuerca para el espectador, para que se sienta interesado por lo que pasa y no repita cosas que ya ha visto en las otras dos temporadas. Y, por otro lado, me gustaba la idea de meter a los personajes en un lugar completamente diferente, donde las placas y los contactos no sirven de nada. Hay una tercera vía, creo que ahora para mí la más importante es narrar una realidad, un conflicto humanitario. Creo que es fundamental y echo muchísimo de menos las ficciones que narran conflictos humanitarios. En el cine ya no se ven… Antes, , , , … Veías conflictos, países sometidos por las grandes potencias y luego abandonados… Echo mucho de menos que los americanos pongan la mirada en sitios donde estuvieron 20 años y lo dejaron arrasado. Ya no hay esa mirada crítica de antes. Esa mirada de , … Ahí ves los daños, los estragos y las situaciones que causan estas guerras”, explicaba De la Torre, quien luego añadía: “Si nosotros y los americanos no contamos esas historias… Ahora los directores afganos no pueden contar esas historias, no les dejan. Si nosotros desde fuera no podemos contar esas historias, están jodidos. No podemos poner el foco en esos conflictos. Me parece surrealista que se ponga el foco en películas más banales, pero ¿dónde están estas películas que iban más allá, que contaban algo importante que estábamos viviendo? Creo que estamos viviendo un momento de ombliguismo total en todo el cine y nos estamos olvidando de conflictos reales que arrasan multitud de sitios. En lo que hemos hecho es ir hacia atrás, ir al origen del problema”.
