• Personas negativas: sus efectos
Gente que no nos gusta, no nos cae bien, nos molesta, o hasta nos pone en un estado que nos desagrada de nosotros mismos podemos llegar a encontrar con frecuencia. Esto es en algún punto inevitable porque no somos dueños absolutos de nuestro entorno. Pero esta situación no representaría en sí mismo un “tema”, ya que en definitiva, puede solucionarse manteniendo cierta distancia o no dando importancia a lo que dice o hace la persona.
El problema surge cuando este tipo de situaciones o vínculos no encuentran un límite. Un límite que no consiste simplemente en decirle “basta” al otro, sino que en un sentido más amplio apunta a no avalar lono sería tanto la dificultad por conocer el “modo adecuado” para ponerle límites (¿Cómo le “pongo los puntos”?, ¿Cómo le digo basta? etc.), sino en tener la convicción de tener derecho de hacerlo.