álaga. Más de 25 grados centígrados y un sol radiante que irrumpe enseguida por mi ventanilla nada más destapar los primeros centímetros de persiana. La luz y el entusiasmo se apoderan pronto del pasaje que un jueves cualquiera de mediados de abril, se sabe en un lugar absolutamente privilegiado. Sin embargo, es entonces cuando me de este aeropuerto. Oficialmente y desde aquel día, el mejor coche del año en Europa y desde luego, uno de los grandes triunfadores de la muestra belga. Vamos, que las ganas que tenía de poner un pie en la capital de la Costa del Sol, eran directamente proporcionales al deseo de subirme de nuevo al Jeep Avenger en un ambiente muy distinto y sobre todo, para probarlo en condiciones.
