LA ERA IA YA HA EMPEZADO
En una sala de conferencias de la oficina de OpenAI, el presiden te de la empresa, Greg Brockman, analiza los “niveles de energía” del equipo que supervisa el nuevo modelo de inteligencia artificial de la empresa, ChatGPT. “En un espectro que va del ‘aquí huele a humo’ al ‘algo se está quemando’, ¿en qué punto nos encontramos?”, pregunta Brockman.
La respuesta es evidente. A los cinco días del lanzamiento de ChatGPT, millones de usuarios ya han sobrecargado sus servidores con preguntas del Trivial, peticiones de poesía y solicitudes de recetas de cocina. OpenAI ha enrutado silenciosamente parte de la carga a una supercomputadora de entrenamiento, miles de unidades de procesamiento de gráficos (GPU) interconectadas, construidas medida con sus aliados Microsoft y Nvidia, mientras que el trabajo a largo plazo de su próximo modelo, el esperado GPT-4, queda de momento segundo plano.
Mientras el grupo se apiña, los servidores con capacidad para ChatGPT aún rechazan usuarios. El día anterior, bajó durante dos horas. Sin embargo, en medio de la fatiga, esta sala llena de empleados, todos entre los veinte y los treinta años, disfrutan claramente de su situación en un momento histórico. “La IA será el tema de debate más candente de 2023. ¿Y sabes qué? Tiene sentido que así sea”, afirma Bill