EL PULSO DEL MUNDO DE LOS NEGOCIOS CORE BUSINESS.
Durante el episodio que los historiadores denominan Pequeña Edad de Hielo (entre el siglo XIV y el XIX), las condiciones climáticas deprimentes y frías golpearon el planeta y el modo de vida de sus habitantes. Un cambio intenso (la temperatura media bajó dramáticamente) con años enteros sin verano y con hielo, nieve, tormentas y lluvias que resultaron catastróficas para la población. Hambrunas, pobreza, enfermedades… No obstante, documenta el historiador alemán Phillipp Blom en su libro El motín de la naturaleza, algunos encontraron la manera de sacar partido de la situación. En un Támesis congelado, matiza Blom, eran habituales los Frost Fairs (mercados de invierno) donde algunos impresores “ante los ojos de los visitantes muertos de frío” imprimían octavillas que luego vendían como recuerdo; aparecieron nuevas técnicas agrícolas que aumentaron la producción de grano; el comercio de plantas más robustas como la patata y el maíz se popularizó; y hasta, los violines más admirados de la historia de la música, fabricados por Stradivarius, gozaron de éxito gracias a que el frío mejoró la resonancia de su madera.
A LA CAZA DE OPORTUNIDADES
El cambio climático es una realidad incontestable. Según Naciones Unidas, a medida que se eleva la concentración de gases de efecto invernadero, también lo hace la temperatura de la superficie del planeta. Las tormentas destructivas se han vuelto más intensas y frecuentes, el agua es más escasa. Bajo unjos rondaría los 170.000 millones de euros cada año. Frente a esta problemática surgen oportunidades de negocio a dos niveles, explica a Jesús M. Castillo Catedrático de Ecología en la Universidad de Sevilla y autor del libro , “uno a través de las políticas de adaptación, en la que nos preparamos para las consecuencias que ya están aquí; y otra a través de la mitigación, políticas que buscan acabar con sus causas emitiendo muchos menos gases de efecto invernadero y secuestrando parte de los gases que ya se encuentran en la atmósfera”.