No deberías perdértela: El último hombre… vivo
eville (Charlton Heston) es un científico militar que dedica su tiempo a encontrar y terminar en la ciudad de Los Ángeles con aquellos restos de lo que queda de la raza humana, puesto que una catástrofe bacteriológica ha acabado con ella y lo que resta son unos seres enfermos, afectados por albinismo, que no soportan la luz y que rechazan la tecnología y los avances que han llevado al hombre a su autodestrucción. Neville, cuya soledad le está afectando de manera palpable, logró inyectarse a tiempo una vacuna experimental en la que trabajaba (y que intenta infructuosamente reproducir), se debe proteger de aquellos que ha decidido destruir y que le acosan de noche, y a los que comanda como si fuera un líder religioso Matthias (Anthony Zerbe). Cuando un día cae en manos de sus huestes, Neville considera que su final ha llegado; sin embargo, le rescatan varias personas aún (1954) de Richard Matheson, que acompaña a la previa (Ubaldo Ragona y Sidney Salkow, 1964), con Vicent Price enfrentado a vampiros (como en el escrito de Matheson), (Francis Lawrence, 2007), con Will Smith exterminando a aquellos que fueron en su día personas, o su (Griff Furst, 2007), de la factoría The Asylum, con Mark Dacascos frente a un ejército de mutantes. es un largometraje de 1971 dirigido por Boris Sagal () que protagoniza Charlton Heston, que durante un lustro participó asimismo en las magistrales obras de ciencia ficción (Franklin J. Schaffner, 1968) y (Richard Fleischer, 1973), todas vaticinando un futuro nada halagüeño para la humanidad.